La mayor muestra del desinterés por la Educación la encontramos, una vez más, en la Junta de Andalucía. A seis meses de unas previstas oposiciones (junio de 2017), aparece la Junta diciendo que, sin marcha atrás, este año no habrá oposiciones de Educación Primaria, Educación Infantil ni de Educación Física.
¿No tiene bastante desarrollando los currículos de Secundaria una vez que el curso ha acabado o a tres meses de concluyera como hizo en 2015 en el caso de Primaria? ¿Acaso no es suficiente con estar montando una enseñanza plurilingüe ahora con el francés que ni ellos mismos se creen? ¿Les parece poco formar maestros con la especialidad de Lengua Extranjera y, aunque tengan un C2, no permitirles que accedan a la bolsa bilingüe? ¿Para qué sirven las titulaciones bilingües como la de la Universidad de Granada si no se reconoce como mérito ni es preferente en ningún caso?
Ahora mismo estoy sentado en mi despacho de la Facultad y pienso en los casi 5000 estudiantes que la llenan y te preguntas cuántas de estas familias que se dejan el lomo para pagar los estudios de sus hijos en Granada no tienen ni idea de que la salida que les queda al acabar estos cuatro años no es otra que el paro o un trabajo que poco tenga que ver con la educación. Si multiplicamos ese número por diez universidades andaluzas y le restamos el 50% para no ser catastrofistas nos encontramos que cada año pasan por estas universidades unos 25000 estudiantes para los que, está claro, no hay espacio suficiente en el mercado laboral.
No sería tan difícil conjugar universidad y planes de estudio con el mercado laboral y las necesidades educativas de la sociedad. Estamos aburriendo a los jóvenes, cansándolos con cambios de temarios amenazantes, con leyes y reales decretos que cambian cada dos por tres, con políticos que no saben ni lo que es la tiza en la mayoría de los casos...
No van a poder con nosotros; ni los que cambian las leyes ni los que se dedican a joderlas. Tampoco los que piensan sólo en sus intereses políticos y, como decía, a seis meses de unas oposiciones o cambian el temario (Zapatero), o las cancelan (Susana) o se las cargan directamente a dos meses (Wert).
Poca vergüenza es lo que tiene esta Junta de Andalucía; poca humanidad y una pésima capacidad de gestión.
¡No nos van a quitar las ganas! ¡Eso, nunca!
