14/2/13

25 plazas de maestros de inglés. Una vergüenza!


Responder por escrito a la propuesta de convocar 25 plazas de Lengua Extranjera (Inglés) es fácil (esto me recuerda a otros escritos previos!). Hagámoslo desde varios planos:

Desde la perspectiva de la Universidad es, bajo mi opinión absolutamente personal, una burla, una toma de pelo, un reírse de todos los alumnos que han cursado o cursan Magisterio Lengua Extranjera o piensan en hacer la mención de Lengua Extranjera cuando se implante el cuarto curso a partir de este septiembre próximo. La razón es muy sencilla dado que sólo sirve para acceder a un puesto al que puede llegar cualquier otro estudiante que, habiendo cursado otra especialidad de Magisterio, sólo necesita estudiarse los 25 temas de las oposiciones. Pero es que lo peor viene ahora: si yo quiero asegurarme un puesto de trabajo para dar clase en Primaria mejor hago cualquier otra especialidad y con un B2, estoy “súper preparado” para dar clases en inglés. ¿Quién puede creer que con esa capacitación lingüística un maestro es capaz de impartir docencia en lengua extranjera? Bien está que es un nivel digno, que capacita para mantener una conversación no compleja y entender diferentes tipos de textos orales y escritos, pero de ahí a capacitar a una persona para dar clase en lengua extranjera, NO. ¿Por qué no se hacen exámenes específicos para ver al profesor de Educación Física dando la clase en inglés y se le capacita o no? La formación para obtener el B2 nada tiene que ver con cómo dar una clase o los contenidos en inglés de música, educación física,…
Los opositores, por su lado, se encuentran en una situación frustrante al 100%. Por un lado, cualquier opositor del rincón que sea de España puede venir a presentarse a Andalucía, mientras que a los nuestros se les ponen trabas para acceder a los mismos puestos en otras comunidades. Y ahora, después de tenerlos asustados pensando en un posible cambio de temario a meses de una posible convocatoria; después de haberlos hecho estudiar un temario que no sirvió de nada y teniéndolos aún con la incertidumbre de si habrá o no supuestos didácticos o si podrán usar materiales para la defensa de sus programaciones y unidades didácticas, nos aparecen con que lo que Andalucía necesita para los dos próximos cursos son 25 profesores de Lengua Extranjera Inglés. 25 profesores nuevos de ingles para una población de más de ocho millones y medio de habitantes en dos años. ¿No suena ridículo? ¿No suena a no respetar para nada la formación de nuestros alumnos?

Para los padres de los alumnos de Primaria esto es una indecencia; además de una incoherencia tremenda en base a los programas tan renombrados y benditos de Plurilingüísmo. Partamos y aclaremos que este plan, en nuestra tierra, ha tenido el índice de éxito que sea gracias a la tarea de los maestros y profesores que se han dejado el pellejo preparándose contra el reloj para alcanzar un B2. ¿Y por qué tanta prisa? Pues porque se puso en las puertas de los colegios e institutos el cartel de Colegio Bilingüe antes de tener al profesorado preparado debidamente. Se empezó la casa por el tejado y se ha metido a muchos profesores a preparar el B2 corre que te corre en las escuelas oficiales de idiomas pensando que aquello era cuestión de coser y cantar. Y no lo es. Y ahora tenemos casos absurdos. Veamos: los maestros de primaria, al formarse, reciben una formación común y, de hecho, todos son maestros, sin distingos en el título. Pues bien, para dar clase en un bilingüe, ¿qué cara se os queda al leer que el ser maestro de lengua extranjera no es mérito suficiente? Esto no se lo ocurre ni al que asó la manteca. Pueden dar clase de Educación Física en inglés si tienen un B2 y no pueden si tienen la titulación de Lengua Extranjera, aunque se les obligue a cursar asignaturas de EF que los habilitan para dar esa asignatura en español.

¿La razón ? No hay comunicación entre las instituciones universitarias y las administraciones que controlan las demandas de empleo. Siguen saliendo cientos, miles de estudiantes anualmente de nuestras universidades abocados al paro. ¿Cómo se entiende que en una Facultad de Educación acaben anualmente unos mil estudiantes cuando no hay trabajo ni para la mitad? ¿Qué estamos haciendo? ¿Estaremos llenando las arcas de algunas instituciones con números desorbitados de alumnos que tendrán un título que los manda directamente al paro? ¿Cómo es posible que los másteres de Secundaria se llenen con los alumnos que los solicitan y no con los que realmente necesita el mercado laboral? Todo el mundo  tiene derecho a estudiar lo que quiera, pero también a ser informado de las perspectivas laborales que le vienen encima.

Por ultimo, no me queda más remedio que pensar en lo siguiente. Los políticos y grandes budas de la educación que reparten los programas de las titulaciones piensan en ellos mismos y sus intereses. Nadie piensa que es horroroso el sistema que tenemos, que el Grado está llamado a desaparecer en el formato actual antes de que casi termine de implantarse. Nadie piensa que estamos forrando a instituciones como Cambridge o Trinity por la modernura de tener que saber, por reales, una lengua extranjera en un nivel B1. Nadie ha pensado que el curso próximo tendrá a su hija en la cola de secretaría a recoger el título y le dirán que no puede tenerlo porque no tiene el B1. Y cuando lo tenga y haya pagado el impuesto lingüístico a esas grandes firmas comerciales (que no son otra cosa; Oxford ya amenaza con el suyo propio) o a otras más pequeñas de carácter nacional o local (EOI o el CLM de la UGR), ¿para qué le va a servir en la vida tener un B1? Para nada.

Me entristece; creo que somos la comunidad autónoma más cutre en materia de Educación. Vamos a dar 400 euros a alumnos por nada; hemos regalado ordenadores a los niños, para nada; regalamos libros a familias que tienen mucho dinero y formamos a los docentes alentados, en muchos casos, por un certificado que sirva para acercarse más a su pueblo  de origen. Nombrar los datos de cómo quedamos y dónde estamos sería lo fácil; no lo haré. Pero sí diré, antes de acabar, que o arrimamos todos el hombro y ponemos un sistema capaz de levantar la esperanza de este país, de jóvenes, familias, docentes,… o esto se va al carajo. Yo, al menos, no estoy dispuesto a que esto ocurra.

Y como no lo estoy, propongo ver las cosas de otra manera:

1. Vamos a ser positivos y para ello, vamos a estudiar pensando que esto no es una cuestión de acabar la carrera y ya está; es una carrera que nunca acaba y de la que la etapa universitaria es el comienzo y no el fin. Hay que formarse con uno o dos idiomas, con cursos complementarios, con estancias en el extranjero, …
2. Seamos positivos y pensemos que aunque hayan ofertado sólo 25 plazas vamos a ir a por ellas; seremos titulares de una plaza de maestro y, si no, nos quedaremos en un alto puesto por nuestra impresionante nota y tendremos una vacante en cuanto comience el curso.
3. Siendo positivos haremos la adecuación al Grado cuando llegue y, si es posible, no haremos nada que tenga que ver con lengua extranjera, procurando así tener de alguna manera doble titulación, es decir, algo que nos acerque a la de Primaria o a la de Educación Física, Música… Habrá que esperar.
4. Seremos positivos y no dejaremos que los que nos gobiernan en Andalucía nos compren con programas a base de 700 euros; la dignidad del profesorado está por encima de eso, por mucho tiempo de crisis en el que estemos.
5. Vamos a ser positivos y vamos a mantenernos firmes en nuestra labor docente, no dejando caer el nivel de entusiasmo que tenemos y las ganas de transmitir lo que sabemos haciéndolo tan bien como sabemos.

Saludos, queridos 

Common Ground, allá vamos!

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